En un ecosistema de emprendimiento e innovación cada vez más desarrollado, donde empieza a cobrar principal relevancia el concepto de innovación abierta, que trabaja con la colaboración de todos los actores y vuelve mucho más eficiente el proceso de innovación e I+D de una compañía, surge la gran interrogante del cómo articular los desafíos de la empresa con las soluciones que ofrece el mercado.
La innovación abierta, que ha sido ampliamente difundida los últimos años como una de las principales actividades de las empresas de esta era, señala la importancia de la cooperación con profesionales externos e internos de las empresas. Start-ups, universidades y centros de investigación ofrecen nuevas perspectivas y soluciones a las compañías que utilizan este modelo, logrando así soluciones a las principales problemáticas de una forma mucho más eficiente en todos los aspectos, como por ejemplo bajos costos y menos tiempo de desarrollo.
Algunas empresas han comenzado realizando proyectos de innovación interna, levantando proyectos dentro dentro de la organización, sin embargo, se encuentran con diversas barreras al intentar dar luz al desarrollo de estos proyectos, por lo cual sus índices de rentabilidad o resultados, han sido difícil de cuantificar. Del mismo modo, permanentemente nos encontramos con lluvias de ideas, pero con escasa capacidad de ejecución e implementación de soluciones, problema también generado por la carencia de estructuras internas que soporten la rápida incorporación de nuevas tecnologías o modelos.
Por otro lado, varias son las organizaciones que han intentado comenzar a dar vida a sus proyectos de innovación abierta, buscando colaborar con el ecosistema. Sin embargo, al igual que en el caso de la innovación interna, han caído en la falacia de esperar lograr desarrollar ‘e incorporar’ tecnologías que se ajusten a las necesidades de la empresa, por el sólo hecho de abrir desafíos al ecosistema. Si estos desafíos no se ajustan a las definiciones estratégicas de la empresa, no cuenta con verdaderos sponsors internos de las diferentes unidades de negocios y no han sido tecnologías modeladas internamente, teniendo una mejor visión de la “real necesidad”, dichas actividades pasarán a no tener mayor trascendencia que una mera acción de marketing (y muchas veces patrocinado por esta área), dando muy escasos resultados en el largo plazo.
Al tener una mirada holística del proceso, como Innova360, recomendamos empezar con un modelo de innovación interna, que comience transformando la cultura ‘Inside out’, previamente comenzando con un diagnóstico que permita descubrir en qué etapa y nivel de cultura de Innovación se encuentra la empresa, para luego realizar una acertada definición estratégica apalancada con diferentes herramientas de gestión del conocimiento y cambio, lo que podría ser la clave para asegurar un proceso de innovación sustentable en el largo plazo.
“El punto final del proceso de Innovación interna da paso al inicio para la Innovación Abierta, donde las ideas entregadas por los colaboradores se convierten en desafíos más específicos” explica Laura Chicurel, CEO de Innova360, al referirse a la relación que existe entre la innovación interna y abierta, donde “ambos modelos, no deben verse como alternativas excluyentes a la hora de incluir innovación en las empresas, sino como un sólo proceso holístico y contínuo” enfatiza Laura. De esta forma, las empresas que ya hayan incorporado la innovación interna dentro de su ADN, tendrán sus necesidades (desafíos) mejor definidas, y lo mas probable es que estas, ya cuenten con patrocinadores internos, lo que permitirá que los resultados estén más ajustados a las necesidades de la organización y que tengan una mayor oportunidad de éxito e impacto en la empresa.
“Las Ideas generadas internamente proveen una mejor definición a un desafío”
En este contexto, Innova360, ofrece dentro de sus servicios la “Innovathon”, programa de vinculación para la empresa con su entorno, que permite a las organizaciones que ya se encuentren en etapa para la innovación abierta, llevar sus desafíos a los diferentes actores del ecosistema y de forma colaborativa encontrar o desarrollar la mejor solución a su problemática.